Es conocido que las aves libres que proliferan en las zonas urbanas causan daños y contaminación con sus excrementos y plumas, pudiendo percibirse a simple vista los efectos y desperfectos que la presencia de residuos de las aves produce en monumentos, mobiliario urbano, vehículos, cornisas, tendederos, balcones, zonas de consumo de alimentos, etc.
Las consecuencias habituales de los residuos de las aves son, oxidación, corrosión prematura, contaminación de bienes y alimentos, etc., obligando a realizar limpiezas para mantener un grado de higiene adecuado y evitar deterioros, con el consiguiente gasto económico.
También son habituales las anidaciones en bajantes de aguas, provocando obstrucciones, humedades y goteras.
Por otro lado, desde el punto de vista sanitario las aves llevan asociadas más de 60 enfermedades, como Salmonelosis, Ornitosis, Criptococosis, Hialoplasmosis, Alveolitos Alérgica, etc., siendo además reservorios de microorganismos patógenos que afectan a las personas y a los animales domésticos, y son portadoras de ectoparásitos, como garrapatas, pulgas, piojos, etc.,
Para evitar dichas consecuencias perjudiciales de las aves libres, se han desarrollado diversos métodos de lucha para el control de las mismas en las zonas urbanas, como la concienciación de la población para que no se suministre comida a las aves, o la modificación de las zonas de descanso y anidación, por ejemplo aumentando la inclinación de las repisas a más de 45º.
Generalmente los sistemas más prácticos y eficientes son los de tipo "repelente" que aquí pasamos a exponer:
- Púas metálicas en forma de pinchos o espinas, sobre una base portante de plástico o similar, para que las aves no se posen, resultando esta solución fácil de instalar, duradera y económica, además de no ser dañina para las aves.
- Redes de protección, que se colocan cubriendo superficies o entradas, para impedir el acceso de las aves a las zonas a proteger. Esta solución es también de fácil aplicación, duradera y económica, sin que sea tampoco dañina para las aves.
- Postes y filamentos, que consisten en la colocación de alambres tensados por muelles, para impedir que las aves se posen en sitios habituales. Esta solución es de una limitada aplicación en cuanto a los lugares de instalación, pero tiene la ventaja de ser prácticamente invisible una vez que se coloca y no necesita mantenimiento.
- Repulsión eléctrica, que consiste en cables que provocan pequeñas descargas eléctricas sobre las aves que intentan posarse en la zona protegida, de manera que las descargas eléctricas utilizadas no hieren a las aves pero las causan una incomodidad suficiente para obligarlas a abandonar el lugar.
- Sistemas acústicos, que consisten en un sonido digital, reproduciendo sonidos naturales de peligro que ahuyentan a las aves.
- Sistemas visuales, utilizando luces centelleantes o imágenes de falsos búhos, halcones, serpientes, o simples globos, como elementos de disuasión. Estos sistemas, igual que los acústicos, son efectivos un tiempo, pero las aves llegan a habituarse a ellos, dejando entonces de ser eficaces.
- Repelentes tipo araña, que consisten en una serie de elementos móviles que no permiten que las aves se posen en el lugar protegido. Esta solución es efectiva para pequeñas zonas concretas, pero tienen poco radio de acción.
- Lanzado de redes, que consiste en la captura de aves mediante redes que se lanzan sobre ellas, para liberar en otros lugares las aves capturadas, o utilizarlas para otros fines.
- Jaulas de cebado, que consiste en jaulas en las que se colocan alimentos atractivos para las aves, en las cuales las aves pueden entrar pero no salir. Esta solución es un método muy sencillo de captura de las aves, pero requiere sitios muy estratégicos para que resulte efectiva.
- Repelentes químicos combinando extractos y esencias naturales, en un medio hidroalcohólico y en presencia de un agente filmógeno. Modifica los hábitos de conducta de las aves, logrando desalojarlas de las zonas tratadas. Provoca su huida debido a las sensaciones producidas por estimulación de las conexiones neuronales terminales. Únicamente hace efecto unas semanas, con lo que se consigue modificar el hábito anterior, pero no el futuro.
Estos son los métodos y sistemas anti-palomas o anti-aves más populares, pero aún no se ha dado con un sistema 100% eficaz contra las palomas u otras aves.
